Debe ser adecuado según la altura de la mesa o el banco de trabajo. Que la altura del asiento y del respaldo sean ajustables por separado, así como también la inclinación del mismo. Debe permitir al trabajador inclinarse hacia adelante o hacia atrás con facilidad. Los pies deben estar planos sobre el suelo, lo que ayudará a eliminar la presión de la espalda sobre los muslos y las rodillas. Debe tener un respaldo en el que apoyar la parte inferior de la espalda. Debe inclinase ligeramente hacia abajo en el borde delantero. Para ser más estable es ideal que tenga cinco patas. El asiento debe estar tapizado con un tejido respirable para evitar resbalarse.